martes, 3 de septiembre de 2013

No ser nada




Socialmente nada y mentalmente lo menos posible. Un ejemplo, un día. Uno se levanta y está de vacaciones, y mañana no trabaja. No vale, es algo, es un veraneante. Y si está en otro país, un turista. De modo que tampoco es cuestión de kilómetros. A ver este que vive al margen del sistema, parece que no es nada. Toca la guitarra y hace sus canciones. Despreocupado que sólo piensa en cantar por los bares...nada, tampoco, resulta que está hecho un vendedor y es más obtuso que los fijobundos de la corbata verde. Tal vez un rato al día. Barrer el suelo no es ser un barrendero, ¿dónde está tu cabeza cuando barres el suelo? o viendo la tele. ¿Qué eres entonces? Espera, mira aquel qué dice, dice que no tengo tele o peor yo no veo la tele. Será que no la miras, centollo. No ver la tele es un ejercicio malabar tan complejo que aún no se ha practicado en ninguna olimpiada.  Por otro lado parece que si no miras la tele, un poder divino te compensa inoculando a tu mente el conocimiento de toda la biblioteca de Alejandría, pero eres un antitele. Soy informático, soy amo de casa, S.S.L.L. que se escribía antes, soy un ciudadano americano, soy un usuario.

La cuestión tiene su importancia filosófica, pero en especial llega a ser crucial cuando te preguntan, que suele ser un desconocido, Y tú ¿de qué trabajas? ¿qué haces? ¿de dónde eres? No lo dice claro pero está pensando ¿qué eres? o como en las películas ¿quién o qué eres? Puede pasar que le digas que estás en el paro y que no te pregunte nunca nada más en su puñetera vida. Es un parado, y con eso tiene suficiente. No soy nada imagino que un día podría decir. Uy, este seguro que ni vota. No tiene nada por dentro, es un caixero automático. Que no soy nada. Se lo tomaría a mal porque es una buena respuesta, que no se puede mejorar a no ser que seas Jordi Mestre. Yo es que trabajo en el Sport. Coño, así cualquiera. Si yo pudiera decir algo así... Soy humanista y escritor, me gustaría decir. Compongo sinfonías y proclamo repúblicas. Me dedico a las finanzas. Salto cabras muertas, bebo charcos, choco barcos, choco-barquillos... pues no, no soy nada, te pongas como te pongas.

¿Y tú, cuánto tiempo hace que no eres nada?