lunes, 21 de abril de 2014

Un tal Carlovich


Yo no enseño nada a nadie, ni ayudo, ni soy adalid de nada, ni de mí mismo. Apenas sólo dinamito lo establecido y al final ya sale sin querer. Sin pensar, mejor dicho, porque querer sigo queriendo. Y sobre lo establecido (el nuevo orden mundial, la gilipollez común, el baboseo vírico de pensar por parejas) tengo mucho que decir, y mucho de lo que sorprenderme, por lo que veo. ¿Por eso no se entiende este blog porque no es el puto Mundo Deportivo, no? Mira no sé, es yo, y yo apenas soy yo. ¿Y tú? ¿qué eres tú? Si llego a mi decadencia, llamadme y vamos a beber y a reír. Si molesto, volved a vuestra casa y dejadme en paz, esta es la mía y aquí hago lo que me da la gana. Aún sin querer.